2.9.05

Saúde pública ou privada?

La corrección política proclama que lo público es estupendo porque es de todos y todos nos beneficiamos, mientras que lo privado es terrible porque es de unos asquerosos capitalistas y sólo a ellos beneficia. En la práctica, la sanidad pública es "privada" de un modo raro: la manejan y controlan los que no la pagan. Así, sus dueños son en primer término los políticos, legisladores y gobernantes, y también los burócratas, los funcionarios, y otros grupos de presión.

Privatizarla, lo que resulta hoy inconcebible porque ningún político de ningún partido lo respaldaría, equivaldría a ponerla de verdad en manos de quien se supone que es su propietario, y que en realidad ni pincha ni corta, pero paga: el contribuyente. Si fuera privada, el consumidor seguiría pagando, claro, porque siempre es así: ahora la sanidad no es "gratis", ni nos la regalan los políticos; la pagamos todos de forma extraña, porque el pago no guarda relación con el consumo de la prestación. Pero si fuera privada, el ciudadano pincharía y cortaría más, y pagaría menos, por un servicio mejor. Se acabaría toda esta juerga obscena de políticos pujando por ver a quién se lo nota más cómo gasta dinero ajeno, y a quién se le nota menos cómo lo recauda.